Glorioso eres tú, poderoso más que los montes de caza.
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.
Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida.
Oigase clamor de sus casas, cuando traigas sobre ellos ejército de repente; porque cavaron hoyo para prenderme, y a mis pies han escondido lazos.