Humo subió de su nariz, Y de su boca fuego consumidor; Carbones fueron por él encendidos.
Y no sean como sus padres, Generación contumaz y rebelde; Generación que no dispuso su corazón, Ni fue fiel para con Dios su espíritu.
Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol.
Él provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente.
He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.