Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.
Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras.
Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.