Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
Adórnate ahora de majestad y de alteza, Y vístete de honra y de hermosura.
Oración del que sufre, cuando está angustiado, y delante de Jehová derrama su lamento. Jehová, escucha mi oración, Y llegue a ti mi clamor.
No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate a responderme el día que te invocare.
Cuando los pueblos y los reinos se congreguen En uno para servir a Jehová.