Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio;
La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor,
Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
Perezoso, їhasta cuándo has de dormir? їCuándo te levantarás de tu sueño?
Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo;
Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado.
La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece.
El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento.