Y dijo Harbona, uno de los eunucos que servían al rey: He aquí en casa de Amán la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella.
No entraré en la morada de mi casa, Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;
La ira del rey es mensajero de muerte; Mas el hombre sabio la evitará.
En la alegría del rostro del rey está la vida, Y su benevolencia es como nube de lluvia tardía.
Como rugido de cachorro de león es el terror del rey; El que lo enfurece peca contra sí mismo.
Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.
porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.