Y dijo Harbona, uno de los eunucos que servían al rey: He aquí en casa de Amán la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella.
La tierra dará su fruto; Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
Bendíganos Dios, Y témanlo todos los términos de la tierra.
Mas los impíos serán cortados de la tierra, Y los prevaricadores serán de ella desarraigados.
Dios trastornará a los impíos, y no serán más; Pero la casa de los justos permanecerá firme.
No traspases el lindero antiguo, Ni entres en la heredad de los huérfanos;
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.