Cocimos, pues, a mi hijo, y lo comimos. El día siguiente yo le dije: Da acá tu hijo, y comámoslo. Mas ella ha escondido a su hijo.
їSe olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.
Y les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y cada uno comerá la carne de su amigo, en el asedio y en el apuro con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan sus vidas.
Mira, oh Jehová, y considera a quién has hecho así. їHan de comer las mujeres el fruto de sus entrañas, los pequeñitos a su tierno cuidado? їHan de ser muertos en el santuario del Señor el sacerdote y el profeta?