Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.
Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Jesús, respondiendo, le dijo: їVes estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada.