Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal,
y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.
Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, їpor qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos
tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques
(en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?