Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado.
Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, їno profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?