Hechos de los apóstoles 15:10
Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida.
Viendo esto los discípulos, decían maravillados: їCómo es que se secó en seguida la higuera?
Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.
En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Ahora, pues, їpor qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?