Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;
Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: їNo es éste el hijo de José?
Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad.
Y se maravillaban los judíos, diciendo: їCómo sabe éste letras, sin haber estudiado?
Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!