Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo.
Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.
Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.
Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él.
Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.
Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.
Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.