Pasaron el vado; se alojaron en Geba; Ramá tembló; Gabaa de Saúl huyó.
Grita en alta voz, hija de Galim; haz que se oiga hacia Lais, pobrecilla Anatot.
Si fornicas tú, Israel, a lo menos no peque Judá; y no entréis en Gilgal, ni subáis a Bet-avén, ni juréis: Vive Jehová.
Llegaron hasta lo más bajo en su corrupción, como en los días de Gabaa; ahora se acordará de su iniquidad, castigará su pecado.
Desde los días de Gabaa has pecado, oh Israel; allí estuvieron; no los tomó la batalla en Gabaa contra los inicuos.