Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.
Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma.
En sus pastos se saciaron, y repletos, se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí.
Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído.
a las cuales matan sus compradores, y no se tienen por culpables; y el que las vende, dice: Bendito sea Jehová, porque he enriquecido; ni sus pastores tienen piedad de ellas.
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.