Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; Pero Jehová hizo los cielos.
¡Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes,
como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones temblasen a tu presencia!
Los montes tiemblan delante de él, y los collados se derriten; la tierra se conmueve a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan.