rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.