En pago de mi amor me han sido adversarios; Mas yo oraba.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec.