Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: їConque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo,
para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.