Como su estiércol, perecerá para siempre; Los que le hubieren visto dirán: їQué hay de él?
Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, De que su iniquidad no será hallada y aborrecida.
Porque їquién en los cielos se igualará a Jehová? їQuién será semejante a Jehová entre los hijos de los potentados?
Dios temible en la gran congregación de los santos, Y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él.
Mi morada ha sido movida y traspasada de mí, como tienda de pastor. Como tejedor corté mi vida; me cortará con la enfermedad; me consumirás entre el día y la noche.
Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo.