De día tropiezan con tinieblas, Y a mediodía andan a tientas como de noche.
Antes que vaya para no volver, A la tierra de tinieblas y de sombra de muerte;
Tierra de oscuridad, lóbrega, Como sombra de muerte y sin orden, Y cuya luz es como densas tinieblas.
Le eleva el solano, y se va; Y tempestad lo arrebatará de su lugar.
Dios, pues, descargará sobre él, y no perdonará; Hará él por huir de su mano.
Batirán las manos sobre él, Y desde su lugar le silbarán.
Mas la luz de los impíos es quitada de ellos, Y el brazo enaltecido es quebrantado.