Hijos de viles, y hombres sin nombre, Más bajos que la misma tierra.
Vano para salvarse es el caballo; La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.
En Dios haremos proezas, Y él hollará a nuestros enemigos.
Mas los impíos serán cortados de la tierra, Y los prevaricadores serán de ella desarraigados.
La memoria del justo será bendita; Mas el nombre de los impíos se pudrirá.