Sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo.
Pero fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y se hallaron confusos.
Volved ahora, y no haya iniquidad; Volved aún a considerar mi justicia en esto.
Él me ha puesto por refrán de pueblos, Y delante de ellos he sido como tamboril.
Toleradme, y yo hablaré; Y después que haya hablado, escarneced.
Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo, A cuyos padres yo desdeñara poner con los perros de mi ganado.
Alégranos conforme a los días que nos afligiste, Y los años en que vimos el mal.