Si él pasa, y aprisiona, y llama a juicio, їQuién podrá contrarrestarle?
їNo me vaciaste como leche, Y como queso me cuajaste?
Así hace retirarse a todo hombre, Para que los hombres todos reconozcan su obra.
Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá.
Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: