Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas.
Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te echabas como ramera.
Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: їNo concierne a vosotros saber lo que es justo?