Puso límite a la superficie de las aguas, Hasta el fin de la luz y las tinieblas.
їQuién encerró con puertas el mar, Cuando se derramaba saliéndose de su seno,
Cuando puse yo nubes por vestidura suya, Y por su faja oscuridad,
Y establecí sobre él mi decreto, Le puse puertas y cerrojo,
Y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, Y ahí parará el orgullo de tus olas?
En tu gloria sé prosperado; Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia, Y tu diestra te enseñará cosas terribles.
No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo.
Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.
їQuién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti.