Entonces sacó Asa la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová y de la casa real, y envió a Ben-adad rey de Siria, que estaba en Damasco, diciendo:
їNo es Calno como Carquemis, Hamat como Arfad, y Samaria como Damasco?
Profecía sobre Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas.
їDónde está el dios de Hamat y de Arfad? їDónde está el dios de Sefarvaim? їLibraron a Samaria de mi mano?
Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo.
Pero el ejército de los caldeos los siguió, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó; y le tomaron, y le hicieron subir a Ribla en tierra de Hamat, donde estaba Nabucodonosor rey de Babilonia, y le sentenció.
Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Damasco, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque trillaron a Galaad con trillos de hierro.