Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol nombre hebreo del lugar de los muertos. Y lo lloró su padre.
Allí quebró las saetas del arco, El escudo, la espada y las armas de guerra. Selah
Mi tienda está destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis hijos me han abandonado y perecieron; no hay ya más quien levante mi tienda, ni quien cuelgue mis cortinas.
Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo:
Voz fue oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron.