Sus hijos tendrán honores, pero él no lo sabrá; O serán humillados, y no entenderá de ello.
Mis ojos están gastados de sufrir; Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
Yo dije: A la mitad de mis días iré a las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años.
Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad.
En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;