їPor qué viven los impíos, Y se envejecen, y aun crecen en riquezas?
Los montes llevarán paz al pueblo, Y los collados justicia.
Juzgará a los afligidos del pueblo, Salvará a los hijos del menesteroso, Y aplastará al opresor.
Te temerán mientras duren el sol Y la luna, de generación en generación.
Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; Como el rocío que destila sobre la tierra.
Florecerá en sus días justicia, Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.
Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra.
Ante él se postrarán los moradores del desierto, Y sus enemigos lamerán el polvo.
Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.
Todos los reyes se postrarán delante de él; Todas las naciones le servirán.
Porque él librará al menesteroso que clamare, Y al afligido que no tuviere quien le socorra.
Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, Y salvará la vida de los pobres.
De engaño y de violencia redimirá sus almas, Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.
Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.
No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; їpor qué habrás de destruirte?
Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon.
Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.
por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces;