Hechos de los apóstoles 23:12
Hechos de los apóstoles 23:13
Hechos de los apóstoles 23:14
Hechos de los apóstoles 23:15
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Hechos de los apóstoles 23:17
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Hechos de los apóstoles 23:20
Hechos de los apóstoles 23:21
Hechos de los apóstoles 23:22
Hechos de los apóstoles 23:23
Hechos de los apóstoles 23:24
Hechos de los apóstoles 23:25
Hechos de los apóstoles 23:26
Hechos de los apóstoles 23:27
Hechos de los apóstoles 23:28
Hechos de los apóstoles 23:29
Hechos de los apóstoles 25:3
Venido el día, algunos de los judíos tramaron un complot y se juramentaron bajo maldición, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubiesen dado muerte a Pablo.
Eran más de cuarenta los que habían hecho esta conjuración,
los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: Nosotros nos hemos juramentado bajo maldición, a no gustar nada hasta que hayamos dado muerte a Pablo.
Ahora pues, vosotros, con el concilio, requerid al tribuno que le traiga mañana ante vosotros, como que queréis indagar alguna cosa más cierta acerca de él; y nosotros estaremos listos para matarle antes que llegue.
Mas el hijo de la hermana de Pablo, oyendo hablar de la celada, fue y entró en la fortaleza, y dio aviso a Pablo.
Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven ante el tribuno, porque tiene cierto aviso que darle.
Él entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo me llamó y me rogó que trajese ante ti a este joven, que tiene algo que hablarte.
El tribuno, tomándole de la mano y retirándose aparte, le preguntó: їQué es lo que tienes que decirme?
Él le dijo: Los judíos han convenido en rogarte que mañana lleves a Pablo ante el concilio, como que van a inquirir alguna cosa más cierta acerca de él.
Pero tú no les creas; porque más de cuarenta hombres de ellos le acechan, los cuales se han juramentado bajo maldición, a no comer ni beber hasta que le hayan dado muerte; y ahora están listos esperando tu promesa.
Entonces el tribuno despidió al joven, mandándole que a nadie dijese que le había dado aviso de esto.
Y llamando a dos centuriones, mandó que preparasen para la hora tercera de la noche doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros, para que fuesen hasta Cesarea;
y que preparasen cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevasen en salvo a Félix el gobernador.
Y escribió una carta en estos términos:
Claudio Lisias al excelentísimo gobernador Félix: Salud.
A este hombre, aprehendido por los judíos, y que iban ellos a matar, lo libré yo acudiendo con la tropa, habiendo sabido que era ciudadano romano.
Y queriendo saber la causa por qué le acusaban, le llevé al concilio de ellos;
y hallé que le acusaban por cuestiones de la ley de ellos, pero que ningún delito tenía digno de muerte o de prisión.
pidiendo contra él, como gracia, que le hiciese traer a Jerusalén; preparando ellos una celada para matarle en el camino.