Derrama el ardor de tu ira; Mira a todo altivo, y abátelo.
Mira a todo soberbio, y humíllalo, Y quebranta a los impíos en su sitio.
Se encendió, por tanto, el furor de Jehová sobre su pueblo, Y abominó su heredad;
Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas.