El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo,
Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,