Y cuando ella se las puso delante para que comiese, asió de ella, y le dijo: Ven, hermana mía, acuéstate conmigo.
Por tanto, he salido a encontrarte, Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.
He adornado mi cama con colchas Recamadas con cordoncillo de Egipto;
He perfumado mi cámara Con mirra, áloes y canela.
Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; Alegrémonos en amores.
Porque el marido no está en casa; Se ha ido a un largo viaje.
La bolsa de dinero llevó en su mano; El día señalado volverá a su casa.