Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: їNo he visto también aquí al que me ve?
y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.
Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron.
Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. їPor qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?
Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara.
Y dijo Manoa a su mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto.
Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.