Mas їquién será capaz de edificarle casa, siendo que los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo? їquién, pues, soy yo, para que le edifique casa, sino tan sólo para quemar incienso delante de él?
Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; їdónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.