Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.
sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,