Ovejas y bueyes, todo ello, Y asimismo las bestias del campo,
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.