El lino, pues, y la cebada fueron destrozados, porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña.
Mas el trigo y el centeno no fueron destrozados, porque eran tardíos.
Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo; y vivía con su suegra.