Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová.
Para que no diga mi enemigo: Lo vencí. Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.
Que dejan los caminos derechos, Para andar por sendas tenebrosas;
Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: їNo concierne a vosotros saber lo que es justo?
Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;