Pero si vas así, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está el poder, o para ayudar, o para derribar.
De tu presencia proceda mi vindicación; Vean tus ojos la rectitud.
Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo,
Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo.