Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor. No calles ante mis lágrimas; Porque forastero soy para ti, Y advenedizo, como todos mis padres.
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: їDónde está tu Dios?
Está atento, y respóndeme; Clamo en mi oración, y me conmuevo,
A causa de la voz del enemigo, Por la opresión del impío; Porque sobre mí echaron iniquidad, Y con furor me persiguen.