Y decía Simei, maldiciéndole: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso!
Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario.
Entonces Ahitofel dijo a Absalón: Yo escogeré ahora doce mil hombres, y me levantaré y seguiré a David esta noche,
Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente;