Alégrense los cielos, y gócese la tierra, Y digan en las naciones: Jehová reina.
Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra.
Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos, La carne de tus santos a las bestias de la tierra.
Porque miró desde lo alto de su santuario; Jehová miró desde los cielos a la tierra,
Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,