Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.
Porque en la boca de ellos no hay sinceridad; Sus entrañas son maldad, Sepulcro abierto es su garganta, Con su lengua hablan lisonjas.
Mas yo andaré en mi integridad; Redímeme, y ten misericordia de mí.
La verdad brotará de la tierra, Y la justicia mirará desde los cielos.