Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron; En la red que escondieron fue tomado su pie.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
A la presencia de Jehová tiembla la tierra, A la presencia del Dios de Jacob,
No moriré, sino que viviré, Y contaré las obras de JAH.
Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos.