He aquí proferirán con su boca; Espadas hay en sus labios, Porque dicen: їQuién oye?
Mas tú, Jehová, te reirás de ellos; Te burlarás de todas las naciones.
A causa del poder del enemigo esperaré en ti, Porque Dios es mi defensa.
El Dios de mi misericordia irá delante de mí; Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo.
No los mates, para que mi pueblo no olvide; Dispérsalos con tu poder, y abátelos, Oh Jehová, escudo nuestro.
Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, Sean ellos presos en su soberbia, Y por la maldición y mentira que profieren.
Acábalos con furor, acábalos, para que no sean; Y sépase que Dios gobierna en Jacob Hasta los fines de la tierra. Selah
Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros, Y rodeen la ciudad.