Si el mal se endulzó en su boca, Si lo ocultaba debajo de su lengua,
Todos los días ellos pervierten mi causa; Contra mí son todos sus pensamientos para mal.
Exalten a Dios con sus gargantas, Y espadas de dos filos en sus manos,
Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso.
Me llenó de amarguras, me embriagó de ajenjos.