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Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama: Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, Porque mi cabeza está llena de rocío, Mis cabellos de las gotas de la noche.
El Cantar de los Cantares 2:8
El Cantar de los Cantares 2:10
El Cantar de los Cantares 2:14
El Cantar de los Cantares 4:7
El Cantar de los Cantares 4:9
El Cantar de los Cantares 5:11
El Cantar de los Cantares 6:9
¡La voz de mi amado! He aquí él viene Saltando sobre los montes, Brincando sobre los collados.
Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.
Toda tú eres hermosa, amiga mía, Y en ti no hay mancha.
Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; Has apresado mi corazón con uno de tus ojos, Con una gargantilla de tu cuello.
Su cabeza como oro finísimo; Sus cabellos crespos, negros como el cuervo.
Mas una es la paloma mía, la perfecta mía; Es la única de su madre, La escogida de la que la dio a luz. La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; Las reinas y las concubinas, y la alabaron.
Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano.
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.